En verano difícilmente seguimos una rutina con los peques. Pero ahora, con la vuelta al cole, vale la pena retomarla de forma gradual. ¡Te lo ponemos fácil!
- Acostúmbralos poco a poco: dos días antes de que empiece el colegio, intenta que los niños se acuesten pronto y se levanten a la hora que les tocará hacerlo. También podemos hacer lo mismo con los horarios de las comidas.
- Ir al colegio es la bomba: Todo lo que hables en casa sobre el colegio debe ser fantástico. Así los más pequeños estarán deseando ir. Recuerda con ellos todo lo que te gustaba a ti de ir a la escuela.
- Comparte la ilusión: Repasa con ellos los horarios de las clases, hojead los libros de las distintas asignaturas, preparad juntos la mochila…
- Elige la ropa: Lo ideal es dejar la ropa preparada el día anterior. Asegúrate de que le guste y se sienta cómodo con ella, ¡es un punto extra!
- Háblales del espacio: Si tu primera reunión con la tutora es en el aula, explícales a los niños cómo es de grande, si tiene posters en las paredes, si las mesas son de dos en dos o más…
- Llegad a la hora: Llegar el último siempre da más vergüenza que llegar de los primeros, así que ser puntuales les ayudará si son tímidos.
- No alargues la despedida: Un buen beso y el deseo de que lo pasen genial. Eso es todo lo que necesitan para un primer día lleno de ilusión. Solo serán unas horas separados y ellos han de percibirlo así.
- Anímales a hacer nuevos amigos: Explícales que hay un montón de niños que quieren conocerles. Podéis pensar juntos algún tema del que puedan hablar, algún deporte que se les de bien…
- Ante la duda, al profesor: Nuestros hijos deben tener claro que si tienen alguna duda, problema o necesidad deben acudir a su tutor o tutora. Sobre todo es importante el primer día.
- Pregúntale cómo ha ido su día: Que te expliquen sus impresiones de ese primer día. Si son buenas, compartir su ilusión. Y, si no lo son tanto, animarlos y convencerlos de que el día siguiente será mucho mejor.